El Valle del Loira, entre castillos y viñedos

En la parte oriental del Valle del Loira, hay dos castillos que sin duda merecen una visita. En primer lugar, el Castillo de Gien, una morada que ha tenido muchas vidas. Durante un tiempo fue utilizado como residencia principal, aunque posteriormente se convirtió en pabellón de caza y hasta en centro administrativo. El edificio ha visto de todo, incluso la guerra, ya que la ciudad sufrió los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial y quedó destruida prácticamente en su totalidad. Sin embargo, el castillo logró evitar que sucediera lo peor y actualmente, el Castillo de Gien se mantiene en pie. Desde entonces acoge el museo de la caza.

A continuación, le invitamos a descubrir el Castillo de Sully-sur-Loire y el vasto parque que lo rodea. El castillo ha visto desfilar a numerosos personajes de renombre como Luis XIV, que vino a exiliarse durante la sublevación de la Fronda o incluso Voltaire, invitado al exilio por el regente de la época: Felipe de Orléans.

Aproveche también su paso por aquí para descubrir el interesante terruño del Centro-Loira. Tras esta denominación se hallan varias famosas denominaciones de origen: Sancerre, Pouilly, Quincy, Reuilly, Côteaux du Giennois... Además, aquí el vino blanco seco es el absoluto protagonista y por ello le aconsejamos tomarlo como acompañamiento de su plato principal.

Si se aloja en el camping Yelloh! Village Parc du Val de Loire tendrá la ocasión de visitar la Turena. Este territorio alberga algunos de los castillos del Loira más majestuosos. Chambord, Bois, Amboise, Cheverny, Ussé, Chenonceau, Chaumont, Clos-Lucé... Nombres que seguramente le resultarán familiares, ya que su fama sobrepasa las fronteras francesas... Entre sus arquitecturas y zonas de parque, que tan pronto se antojan gigantescas como pintorescas, corre el riesgo de que estas visitas queden para siempre grabadas en su memoria.

Al regresar de una visita o al final de una jornada, la degustación de los vinos de Turena será el perfecto colofón. A diferencia del Centro-Loira, aquí encontrará tanto tintos como blancos y rosados. El terruño cuenta con 17 apelaciones y 5 denominaciones de origen diferentes, pero todas ellas tienen algo en común: se trata de vinos con sabores afrutados que maridan muy bien tanto con carnes como con quesos.

Los más curiosos serán recibidos con los brazos abiertos en la bodega de Vouvray. Descubra las diferentes etapas necesarias para producir un vino de calidad, desde la vid hasta la elaboración del vino.

Tal y como indica el nombre de este viñedo, su llegada al Maine y Loira le invitará a descubrir dos ciudades: Angers y Saumur. Ambas cuentan con sendos castillos soberbios, cada uno con un estilo ligeramente diferente. Si bien la arquitectura del castillo de Saumur se encuentra a medio camino entre la Edad Media y el Renacimiento, la de Angers es totalmente medieval.

Si el tiempo se lo permite, los alrededores son igualmente magníficos. Disfrute de la famosa dulzura de Anjou para pasear por la naturaleza, a orillas del río o del afluente. Otra buena idea de paseo es caminar cerca de las viñas, sobre todo teniendo en cuenta que el viñedo de Anjou-Saumur es uno de los más diversificados del Valle del Loira.

Así es, aquí podrá degustar todos los tipos de vino: blanco, tinto, rosado, espumoso, dulce, seco, generoso... ¡Hay para todos los gustos! Puede regalarse una copa del famosísimo Cabernet d’Anjou, pero también descubrir nuevas denominaciones que en ocasiones le sorprenderán muy gratamente, como la del Savennières.

Siguiendo el curso del Loira llegará hasta su desembocadura, en el Loira Atlántico. En lo que a castillos se refiere podrá visitarlos todos, ya que solo son dos.

Rumbo al Castillo de Goulaine: una bella residencia que ostenta la distinción de monumento histórico desde 1913 y que retoma los códigos arquitectónicos de las moradas más famosas del Renacimiento. El Castillo de Goulain tiene la particularidad de contar con sus propios viñedos y producir su propio vino. ¡Qué mejor lugar para combinar los dos temas que nos ocupan!

Para ver la segunda residencia hay que poner rumbo a la ciudad de Nantes, donde contemplaremos el Castillo de los Duques de Bretaña. Su muro perimetral nos recuerda sus orígenes medievales, mientras que el resto de la propiedad fue modernizada durante el Renacimiento, lo que le confiere el estilo tan particular de la época. Su presencia también alimenta el eterno debate: ¿Es Nantes bretona o no? Y es que, aunque sobre el papel la ciudad ya no forma parte de Bretaña, hay quienes continúan oponiéndose a esta decisión.

Como colofón, disfrutemos de una última cata. Aquí no hay mucho que pensar, ya que el Pays Nantais es la capital del muscadet. Este famoso vino blanco seco con notas florales se obtiene con una sola variedad de uva, el melón de Borgoña. Lo menos que se puede decir de él es que es el que concita más aceptación.

¿Ya se le ha hecho la boca agua? Entonces reserve unas vacaciones en un camping Yelloh! Village en el Valle del Loira y disfrute de las maravillas que le ofrece esta tierra. De una de ellas deberá disfrutar con moderación, ¡pero no habrá límite para los castillos!