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Explorando la costa de Bretaña
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5 minutos
- Cultura y gastronomía
Bretaña no necesita presentación. Adorada por los veraneantes franceses y extranjeros, sus paisajes, cultura e identidad causan auténtica fascinación. Y la buena noticia es que podrá encontrar una preciosa muestra de todo ello a lo largo de su litoral.
Un litoral con múltiples caras
¡La costa bretona es sencillamente excepcional! Le sorprenderá su belleza; además, cada lugar es diferente y ofrece magníficos paisajes.
En la vertiente norte de la costa, compartida con los departamentos de Côtes-d’Armor e Ille-et-Vilaine, encontramos localidades y puertos que han marcado la historia. Desde Saint-Malo, cuna del famoso navegante y explorador Jacques Cartier, hasta la hechizante Bahía del Monte Saint-Michel, sin olvidar la Côte d’Emeraude (codiciada por su Bahía de Cancale), deje que Bretaña le cautive con su historia.
Al oeste, Finisterre encierra otros elementos destacados del patrimonio bretón. Y destacar en el horizonte, precisamente, es lo que hacen los muchos faros bretones que jalonan el departamento y se alzan sobre las no menos famosas puntas. Pero eso no es todo: la Bahía de Douarnenez, el pueblo de Locronan, el puerto de Guilvinec, etc. Ya no sabrá ni a dónde dirigir la mirada.
Por último, Morbihan bien merece un desvío. El sur del litoral le invita a relajarse en algunas de las playas más hermosas de la región, en el Golfo de Morbihan. Aproveche la ocasión para hacerse a la mar y explorar las islas situadas frente al continente, como Belle-Île, Houat y Hoëdic.
Un patrimonio marítimo… Y gastronómico
Bretaña se visita sobre todo a través de los ojos, pero le invitamos a hacerlo también a través del paladar. Si bien la lista de productos regionales es inmensa, algunos están estrechamente vinculados al litoral. Entre ellos, no deje de probar:
Las cigalas, el crustáceo estrella de las mariscadas que es, para su alegría, una de las especialidades de Guilvinec.
Otro producto del mar que no puede perderse son las ostras, toda una institución en Cancale. Ya sea gratinadas o crudas con un toque de limón, no puede irse de la Côte d’Emeraude sin antes probarlas.
Por último, entre los muchos platos que atraerán su atención, imposible no mencionar el Kouign-Amann. Evidentemente, no procede del mar, pero esta tarta fue creada en Douarnenez. ¡Improvise una merienda frente a la bahía!
Bretaña, tierra de festividades
Tanto de día como de noche, Bretaña bulle de actividad. A lo largo de todo el año, se organizan fiestas en toda la región, y el litoral no es ninguna excepción. Los melómanos estarán encantados con su variada oferta de festivales musicales, que abarcan distintos géneros. Entre ellos, destacan:
- Les Vieilles Charrues, templo de la música contemporánea.
- La Route du Rock, que hace vibrar Saint-Malo durante el mes de agosto.
- Y el Festival Intercéltico de Lorient, un tributo a la cultura celta.
El resto del patrimonio bretón no se queda atrás, con muchas citas de interés, como por ejemplo:
- Las Fiestas Históricas de Vannes, que sumergen al público en la época dorada de la ciudad.
- Skedanoz, un suntuoso espectáculo de luz y sonido que hace brillar los Megalitos de Carnac.
- Y los amantes de la buena mesa no querrán perderse el Festival de la Vieira de Erquy.
Lo ha entendido usted bien, ¡hay muchísimo por descubrir en Bretaña!